Sabemos que llegar a casa es un alivio después de un arduo día de trabajo o de escuela, incluso un refugio para escapar de la realidad, del transporte o del caos en la calle; nuestro hogar es nuestro espacio personal, aquel donde debemos ser más felices que en cualquier otro lugar; pero ¿qué pasa cuando tu hogar no te brinda la paz o tranquilidad que necesitas para estar en armonía?… es aquí cuando consideramos recurrir al Feng Shui (agua y viento).
El Feng Shui es un sistema filosófico chino que (aunque se te vaya la boca de lado después de más de cuatro años de carrera) ha ganado terreno dentro de la arquitectura, que tiene como base la armonía de los espacios y la canalización de energías positivas mediante los objetos y su ubicación en determinadas zonas del hogar.
En una ciudad como la nuestra donde ya no cabe nada ni nadie, es cada vez menos común que se realicen construcciones desde cero, pero muchas personas, que seguro piensas que son hípsters, yoguis o seres espirituales de luz, deciden hacer modificaciones en las estructuras de sus viviendas o espacios de trabajo con la finalidad de generar la mejor energía posible para sus vidas o sus negocios y eso, te guste o no, es una fuente de ingresos para nosotros los arquitectos.
Para muchos de nosotros ha sido difícil integrar al Feng Shui dentro de nuestra profesión, ya que ésta se ha basado en la ciencia, arte, cálculos matemáticos y técnicas, nunca en energías, horóscopos y esas “tendencias” extrañas; pero nunca está de más considerarlas, ya que pueden ser un diferenciador entre nuestra oferta y la de alguien más. Si encuentras la forma adecuada de comunicar y ofrecer tu servicio, y de utilizar a tu favor la orientación geográfica, la posición del sol, el rumbo del aire y la integración de elementos naturales al espacio a través del Feng Shui, éste puede ser un generador importante de dividendos tanto para ti, como para tus clientes, ya que si realmente funciona, la prosperidad obtenida se verá reflejada en tu pago y en muchas recomendaciones; créenos, el mercado de personas que se suman a esta creencia es cada vez más amplio.