¿Con sólo llegar al trabajo sientes que te estresas? O ¿eres de aquellos que no les gusta estar en su casa porque no sienten un ambiente agradable? Sin tomar en cuenta a las personas con las que coexistes en la oficina o con las que compartes tu hogar, si respondiste que si a alguna de esas dos preguntas, tenemos un asunto que atender, ya que es muy probable que el diseño arquitectónico que te rodea no sea armónico.
Al vivir en grandes ciudades donde ya no cabe nada ni nadie, los diseños se han orientado a ir en vertical, no se tiene un gran espacio para construir. Es por eso que las cabañas en el campo, las casas de playa o las construcciones amplias y en contacto con la naturaleza son un gran respiro para muchos de nosotros cuando tenemos algunos días libres.
Según varios estudios e investigaciones, se ha demostrado que un mal diseño arquitectónico puede llegar a afectar la salud mental de los individuos; la Central de Salud Mental de la Universidad de Heidelberg demostró que las personas que vivimos en ciudad presentamos notables afectaciones en la amígdala y en la corteza cingulada, detonando cuadros de ansiedad, depresión y demás afectaciones emocionales, debido al estrés que nos provocan nuestros espacios.
Es importante tomar en cuenta que además del confort que proporcione cada espacio, debe estar combinado con las tonalidades de color adecuadas, los colores pueden potencializar las sensaciones y precepciones que se tengan sobre cada área, tanto positiva como negativamente; siempre un diseñador de interiores puede ser tu mancuerna perfecta para lograr la armonía en cada zona de tu casa u oficina.