Amigos, hoy vengo a hablarles acerca de la neuroarquitectura, y si ya estás a punto de enloquecer en casa, te sugiero continuar leyendo; dicha disciplina se enfoca en el estudio de como el entorno tiene la capacidad de modificar la química cerebral, y por lo tanto, las conductas, emociones y pensamientos se ven afectados por el orden, desorden, iluminación u obscuridad de tus espacios; en una de esas, descubrimos que el factor determinante de que muchas parejas no se soporten, sea el lugar donde conviven, no tanto sus tóxicas formas de ser –increíble pero cierto-.
Según la arquitecta e interiorista, María Gil, experta en neuroarquitectura, el rendimiento del trabajo está influenciado por tres factores: la capacidad, la motivación y el medio ambiente o el entorno de trabajo.
Si es ahora donde no le encuentras ni pies ni cabeza a tu espacio de trabajo y estás “apreciando” o anhelando el regreso a la oficina, por la cuestión de la concentración, ¡detente por favor! y reconsidéralo; ya que en tu hogar, dulce hogar te puedes concentrar mejor, sólo es reacomodar los elementos para mejorar la productividad, las ventanas iluminan y ventilan de manera natural, si estás cerca de una, sería lo mejor y más aún si puedes ver la naturaleza al voltear, difícil en la ciudad, pero no imposible, también es recomendable que tu escritorio quede de frente a la puerta de entrada a la habitación que adecuaste como “oficina”.
Si tu trabajo y actividades requieren concentración, es recomendable utilizar azules o verdes suaves, mientras que si la creatividad es lo tuyo, debes optar por tonalidades más vibrantes, como amarillos o naranjas, siempre combinados con un tono neutro para que puedan sacar lo mejor de sí.
Los muebles también influyen, los sillones redondeados son amigables a la vista, pero los elementos en simetría nos dan calma y armonía, la concentración se da mejor en techos bajos, ideales para trabajos rutinarios –aburridooooos-, mientras que la creatividad puede volar libremente en los techos altos. Así que de acuerdo a tu profesión, consulta algunos principios básicos de neuroarquitectura y aplícalos a tus espacios, es como si decoraras y adecuaras la oficina de tus sueños.