En el mundo de la arquitectura, a menudo nos encontramos con comentarios desafortunados que pueden llegar a ser frustrantes. Para ayudarte a comprender mejor cómo te sientes al respecto, aquí hay 5 frases que los arquitectos odian escuchar:
1. “¿Tan caro por un dibujito?”
Es común que algunas personas subestimen la complejidad y el valor del trabajo de un arquitecto, refiriéndose despectivamente a los planos y diseños como “dibujitos”. Sin embargo, debes comprender que lo que hacemos va más allá de simples garabatos. Cada diseño representa horas de dedicación, investigación y creatividad para ofrecer espacios funcionales y estéticos. Respetar nuestro trabajo es fundamental para el reconocimiento de nuestra profesión.
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2. “Conozco un albañil que me lo puede hacer más rápido y más barato.”
Aunque apreciamos el trabajo de los albañiles y su habilidad para construir, es importante destacar que nuestra labor como arquitectos va más allá de la construcción física. Agregamos valor a los proyectos mediante la integración de ideas innovadoras, conceptos de diseño y soluciones funcionales que marcan la diferencia en el resultado final. La colaboración entre el arquitecto y el albañil es valiosa para obtener un resultado exitoso.
3. “¿Tanto tiempo para eso?”
La paciencia es una virtud en la arquitectura. Los procesos de diseño y planificación requieren tiempo para alcanzar resultados óptimos. Explicar el tiempo invertido en el desarrollo de maquetas, planos y renders puede ayudar a las personas a comprender la complejidad de nuestro trabajo y apreciar la dedicación que ponemos en cada proyecto.
4. “Pero, todo lo hace la computadora, ¿no?”
Si bien la tecnología ha revolucionado el campo de la arquitectura, la computadora es solo una herramienta que nos asiste en nuestro trabajo. Detrás de cada diseño hay un arquitecto creativo y comprometido que utiliza estas herramientas para materializar ideas y conceptos. Reconocer el valor de nuestro esfuerzo más allá de la tecnología es fundamental para comprender nuestro rol en la industria.
5. “Ingeniero.”
Aunque los arquitectos y los ingenieros pueden trabajar juntos en proyectos, es importante reconocer que son dos profesiones distintas con roles diferentes. Llamarnos “Ingeniero” puede minimizar la identidad y el trabajo específico que realizamos como arquitectos. Respetar nuestra profesión y llamar a cada profesional por su título adecuado es una muestra de cortesía y reconocimiento.
En resumen, ser conscientes de cómo nos comunicamos con los profesionales de la arquitectura es esencial para construir relaciones de respeto y comprensión mutua. Aprecia el valor que aportan los arquitectos a cada proyecto y reconoce su dedicación y creatividad. En conjunto, podemos lograr resultados extraordinarios que enriquezcan nuestro entorno construido.
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